DIMECRES dia 17 a les 19,30 al PSC (Rbl. Samà) tertúlia sobre la llei d'igualtat, per començar transcric literalment el que vaig comentar el dia de la seva aprovació com a portaveu del grup de l'Entesa Catalana de Progrés
Señorías, empiezo anunciando la retirada de las enmienda que nuestro grupo mantenía vivas. (Aplausos.) Eran pocas, pero vale la pena hacerlo.
Además, quiero agradecerles a todos los grupos su apoyo a las enmiendas transaccionales sobre prematuros o neonatos, como los llama ahora la transaccional.
Queremos agradecer a todos los grupos porque nos parece como un ejemplo real de que vamos a una sociedad donde hombres y mujeres cuiden a sus bebés, a sus hijos y a sus hijas, no solamente desde el ámbito de la salud en términos físicos, sino también psicológico y de la educación emocional. Si desde la más tierna infancia atendemos a nuestros pequeños, niños y niñas, desde un aspecto emocional, de tranquilidad de la madre y de responsabilidad del padre, seguro que avanzaremos a una sociedad mejor. Éste es realmente el motivo por el que nosotros hemos llenado este vacío que existía en el proyecto tras su paso por el Congreso de los Diputados.
Quiero también agradecer especialmente al Grupo Parlamentario Socialista que la haya ampliado a todos los colectivos con el fin de que realmente no crea desigualdades una ley que es para la igualdad; no lo habíamos hecho incluso por desconocimiento del término jurídico. Por lo tanto, lo agradecemos y creemos que hemos, así, colaborado todos los grupos a mejorar esta ley, una ley que evidentemente nos da satisfacción, personalmente la misma satisfacción que cuando se aprobó la Constitución en España porque a las mujeres en aquél momento se nos empezó a considerar como personas, fue una gran conquista respecto a la etapa anterior de triste recuerdo. Esta senadora que les habla pasó por la experiencia de que una vez casad tuvo que pedir permiso o consentimiento a su marido para poder renovarse el pasaporte. Este es un ejemplo claro de que la libertad de la mujer estaba supeditada al hombre. Por suerte esto ha avanzado, pero hemos tenido que ver cómo pasaban veinticinco años de la carta magna para que nos tomáramos definitivamente en serio el mandato constitucional del artículo 14 en relación con el artículo 9.
Por esto nos parece que esta es una ley valiente. Es una ley que aborda la igualdad en todos los ámbitos, en el empleo, en la educación, en la salud, en los medios de comunicación, en la participación social y en la política. Es una ley que define principios sobre igualdad de trato y no discriminación. Es una ley que remueve obstáculos para que la igualdad sea real y efectiva en los planes de igualdad, en la paridad en las listas electorales, superando el debate de las cuotas. Esta no es la ley que consolida cuotas, sino que las supera, porque permite avanzar hacia una sociedad para compartir cargos y cargas en todos los ámbitos públicos y privados. Es una ley que servirá para mejorar la democracia a partir de la participación de hombres y mujeres. Es una ley que garantiza nuevos derechos, como el derecho de la paternidad y la conciliación de la vida laboral, personal y familiar.
La paternidad como derecho de los padres varones a estar con su hijo recién nacido para corresponsabilizarse tal y como le corresponde. Cuando doy charlas a jóvenes, a los hombres siempre, desde hace años, les invito a no perderse este tiempo de crecimiento físico, psíquico y emocional inolvidable de su hijo o hija. Con esta ley ya dispondrán de este derecho y me gustaría que muchos padres, hombres, se acogieran no como una baja laboral, sino como un compromiso y una corresponsabilización en el trabajo familiar y del hogar, porque esta es una forma de conciliar, de compartir y de tener tiempo para la vida familiar y también para la vida pública.
Creo que hoy ponemos la base. Es una ley importante, pero sabemos -como han dicho otras senadoras que me han precedido en el uso de la palabra- que única y exclusivamente con la ley no vamos a avanzar, tenemos que continuar cambiando actitudes y valores para que la igualdad sea realmente efectiva, y eso no lo podemos hacer las mujeres solas. Esta no es una ley solo para las mujeres. Hoy las mujeres estamos contentas pero lo estaremos mucho más si este trabajo lo podemos compartir con los hombres porque así podremos alcanzar esta sociedad de igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
El señor ministro ha afirmado que esta primavera será más igualitaria. Evidentemente, pero mi deseo sería que no fuera únicamente en la primavera, porque después de la primavera vienen el verano y el invierno, y las cosas no pueden cambiar. Esta primavera ha de continuar siendo más igualitaria, pero no solo como una primavera estacional sino una primavera para todo un siglo, un siglo que no sea solo de mujeres sino que sea el siglo de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
Muchas gracias (Aplausos en los escaños de la izquierda.)